Había una vez un pollito muy latoso que se la pasaba sacándole canas verdes (aunque en los pollos las canas verdes no son motivo de tanto escándalo) a su jefita gallina. Un buen día la jefita gallina le pidió a un gallo pachuco que le pusiera sus sopapos al pollito latoso. Cuando estaba ya muy madriado el gallo pachuco le dijo a su víctima:
—Pa’ que se enseñe a hacer lo que le dicen…
A la mañana siguiente, la jefita gallina mandó al pollito (que ya era muy obediente) por las tortillas. La cosa es que en el camino a la tortillería, el pollito pasó frente un paradero de camiones donde había un broder que le andaba diciendo a la banda “súbale, súbale”; y como el pollito era muy obediente se subió y un señor que llevaba unos bultos lo pisó, matándolo bien plano, porque no lo alcanzó a ver.
MORALEJA: Comer pollo puedo hacer que suba el colesterol.